Su Majestad el Rey agradece a la empresa familiar su “compromiso con el futuro del país” en la clausura del XXVII Congreso
Su Majestad el Rey ha presidido este martes 22 de octubre la clausura del XXVII Congreso Nacional de la Empresa Familiar, junto con Elma Saiz, ministra de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, y María José Sáenz de Buruaga, presidenta del Gobierno de Cantabria.
El acto de clausura de esta cita anual, organizada por el Instituto de la Empresa Familiar (IEF) y patrocinada por KPMG y Santander, ha contado con la participación de Ignacio Rivera, presidente del IEF, y Enrico Letta, presidente del Instituto Jacques Delors y exprimer ministro de Italia.
Durante su intervención, Su Majestad el Rey ha destacado «el papel clave que jugáis las empresas familiares en la estabilidad y prosperidad de vuestros empleados y clientes, pero también de toda la sociedad», y ha agradecido que lo hagan «mirando siempre hacia delante con confianza y compromiso con el futuro de nuestro país».
Ha insistido en que «es posible crecer e internacionalizarse sin renunciar a los orígenes, y las empresas familiares son la prueba de que la ecuación origen – competitividad es viable». «El origen no limita la competitividad, sino que la potencia», ha dicho.
Ignacio Rivera ha alertado del riesgo de pérdida de competitividad de las empresas familiares por una excesiva complejidad regulatoria y fiscal: «las cosas tienen un límite, no podemos avanzar en todo a la vez porque tenemos que seguir siendo competitivos en un contexto europeo y global complejo».
Ha reclamado a las instituciones «consensos para, en un momento geopolítico complicado, mantener los logros democráticos, sociales y medioambientales que nos han hecho llegar a la sociedad del bienestar que tenemos, y que debemos cultivar con el compromiso de todos».
El cierre de este XXVII Congreso Nacional de la Empresa familiar también ha contado con la participación de Enrico Letta. El exprimer ministro italiano, autor de uno de los informes clave para la reflexión sobre el futuro de Europa, ha señalado el «gran obstáculo a la integración en la UE que supone la fragmentación del sistema regulatorio y la falta de simplificación que implica tener 27 ordenamientos jurídicos aplicables a las empresas”. Y ha reclamado «una mayor integración en tres sectores clave de la economía europea, el financiero, las telecomunicaciones y la energía».